GUÍA DE COMPORTAMIENTO VECINAL Y RUIDO.
El RUIDO
El ruido como agente contaminante puede estar presente muy cerca de nosotros, cuando hablamos de una Comunidad de Vecinos nos encontramos con una actividad frenética durante muchas horas del día y una actividad muy relajada y tranquila durante otras momentos.
Vemos como un día en nuestra comunidad puede empezar muy temprano y terminar igualmente muy tarde. Cuando hablamos de comunidad podemos verla como una gran casa donde las distintas estancias son de uso privativo y exclusivo pero que comparten cercanía y elementos comunes. Así, en nuestra casa, todos los que vivimos en la misma actuamos de forma muy dispar pero el actuar de cada uno de nosotros, en cuestión de ruidos, puede afectar a los demás.
Para una comunidad de vecinos el actuar de cada uno de los comuneros puede igualmente afectar a la tranquilidad o vida de los demás comuneros. No podemos entender una vida en comunidad sin un actuar respetuoso en materia de ruidos.
La cercanía y intercomunicación existente en una comunidad de vecinos nos crea la obligación de moderar en cierta manera nuestro actuar generador de ruido. Dicha obligación no es una limitación al uso de nuestra vivienda u hogar, es un deber de moderación en nuestro actuar, actividad que pudiera generar molestias por ruido.
Los focos de ruido en una comunidad de vecinos pueden ser esencialmente de tres tipos:
- Vivienda-Vivienda
- Comunidad-Vivienda
- Exterior-Vivienda.
- Ruido Vivienda-Vivienda:
El ruido perturbador que molesta a un vecino y generado por otro de los comuneros es el más común. Es cierto que actuamos en nuestro hogar a nuestro antojo, no faltaría más, pero ese actuar, cuando produce ruidos debe ser moderado. Debemos entender que nuestras viviendas no son estudios de grabación donde sus paredes, suelos y techos están preparados para soportar niveles acústicos sin que estos sean transmitidos los colindantes. Vemos que para la apertura de centros donde su actividad genera elevados niveles de ruido (pubs, discotecas…) se requieren requisitos de insonorización elevados, mientras que nuestra viviendas no cuentan con dichas medidas correctoras. Cuando hablamos de la moderación del ruido en nuestro actuar cotidiano y en nuestro hogar, debemos saber o conocer que actuaciones pueden ser generadoras de la perturbación. Las fuentes generadoras de ruidos en un hogar pueden ser los aparatos o dispositivos electrónicos (lavadora, secadora, secador, televisión, radio…..) o bien los que mecánicamente y por un acto personal podemos generar cada uno de nosotros (juegos, saltos, arrastre de muebles, caminar con tacones, conversaciones elevadas…). Al igual que conocer los focos de ruido, siendo esto aplicable a todos los tipos de ruido que vamos a desarrollar, también debemos de tener en cuenta las horas en que se producen. Partiendo de que hay actividades ruidosas que por sus niveles son molestas a todas horas, también hay otras que deben ser realizadas en fuera del un horario que se pueda entenderse como de descanso. Hay que en definitiva saber reconocer el ruido y moderarlo para evitar la molestia vecinal. - Ruido Comunidad-Vivienda:
En este orden de ruido incluimos aquellos que generados en el ámbito localizado de zonas comunes pueden ser molestos a los vecinos debido a su nivel elevado. Podemos incluir en el presente el producido por las propias instalaciones de la comunidad (ascensor, caldera, puertas de los zaguanes y garajes,…) y los generados por los propios vecinos en el uso de los elementos o zonas comunes de la misma (piscinas, parques o zonas de esparcimiento comunitario, aparatos de aire acondicionado,…). En este tipo de ruido, a diferencia del generado de vivienda- vivienda, la Comunidad de Vecinos tiene un papel activo o de resolución del problema mayor, siendo a su vez fundamental. El actuar mediante reglamentos de régimen interno y la toma de decisiones en el seno de esta tendentes a solucionar el problema es clave y obligatorio. - Ruido Exterior-Vivienda:
Cuando en nuestra vivienda sentimos y sufrimos el ruido que siendo ajeno a los vecinos que conforman la comunidad es generado por agentes externos (tráfico, obras, tránsito de personas,….) estamos hablando de un ruido que debe incluirse igualmente en esta gestión vecinal del ruido. Debemos entender que cuando nos encontramos con ello, estamos ante un ruido que agrede a uno o a algunos vecinos de la comunidad, y ello hace que se convierta directamente en un problema de la Comunidad. Debemos cambiar la actitud con que la Comunidad afronta estos problemas de ruido. De forma generalizada se tiende a individualizar y hacer de este tipo de agresiones por ruido cuestiones privadas del vecino afectado. Debemos generar una CRNS (Comunidad frente al ruido al norte y al Sur), el ruido que afecte a uno de los vecinos debe ser tratado como propio por cada uno de los vecinos y apoyar o acordar lo que proceda en pos de evitar esa molestia, generada desde el exterior, al comunero.
HORARIOS DE DESCANSO.
Al hablar de horario de descanso, si bien la normativa establece claramente unos horarios claros y que coinciden generalmente con las horas nocturnas (22:00-8:00) este horario debe ser tomado como lo que es, una protección frente a la molestia durante un tiempo que se estima de descanso.
Cuando hacemos esto, debemos aplicar la moderación del ruido no solo a unos horarios prefijados sino a todo horario de descanso, teniendo en cuenta muchas veces la disparidad de los mismos debido a los distintos horarios de trabajo o actividad.
COMUNICACIÓN y ACTUACIÓN VECINAL.
No podemos terminar este apartado sin tratar el tema del cauce necesario de comunicación en este ámbito.
El presidente y el Administrador de Fincas tienen y cumplen un papel muy importante en ello. Deben ser los que planteen y ejecuten actuaciones de mejora y acondicionamiento de la comunidad y ser el cauce por el cual, siendo en muchas ocasiones imposible la comunicación personal entre el vecino afectado y el generador de la molestia, poner en común pareceres y plantear soluciones para una vida en comunidad más tranquila, sin ruidos.
El tratar de forma normalizada, aún sin existencia de molestia por ruido alguna, y en las diferentes juntas generales de la comunidad el tema de la prevención, acción y concienciación frente al ruido puede evitar muchas molestias o activar de forma muy tranquila la solución de las que se pudieran producir en un futuro.