¿TE AYUDAMOS Y HABLAMOS DEL RUIDO?

El ruido. Molestar es inaceptable.

Ser ruidoso, en una sociedad de cercanía y convivencia obligada, no es de recibo. Vivimos en edificios altos pero también muy juntos. Aún hay personas que no entienden que cuanta más cercanía, en cuestión de ruidos y molestias, mayor respeto y consideración hay que aplicar a nuestro actuar diario.

Esta mañana me ha venido al pensamiento aquel afectado que teniendo que trabajar a las 6:00 de la mañana no conciliaba el sueño debido al constante trasiego, hasta altas horas de la madrugada, en el piso superior. ¿Qué derecho tenemos cualquiera para meter nuestro ruido junto a nuestros vecinos? Poca conciencia demostramos cuando hacemos de nuestra molestia la demostración de un supuesto ideal libertario. Pero no solo poca conciencia sino que demostramos un desconocimiento supino de este último concepto.

No metamos nuestro ruido en casa del vecino. No hay justificación alguna.

Antonio García García – Abogado del Ruido.

GUÍA FRENTE AL RUIDO y camino a seguir ante su molestia.

Cuando el ruido llega a nuestra casa la salud y el descanso hacen las maletas. Evitar que lo más importante se marche de casa y que la agresión acústica se instale en nuestros hogares, como okupas despiadados que destrozan nuestra vida familiar, académica, laboral y social es la cuestión de la que hoy venimos a hablar.

La casuística es tan grande que intentar simplificarla es tarea complicada. Pero vamos a guiar en la realización de unos pasos que siempre hay que dar. Siempre debes contactar con Abogado del Ruido para concretar y adaptarlos al caso que os afecta.

Así, podemos concluir que el trayecto inicial que debemos recorrer sería el siguiente:

1º.- ANTE LA MOLESTIA.- Cuando nos encontramos con un ruido molesto, independientemente del foco ruidoso, lo principal es la identificación del emisor. Debemos conocer exactamente de dónde proviene y quién es el generador del mismo.

2º.- CONSTATACIÓN.- Debemos dirigirnos en caso de ruidos en comunidades de propietarios al Administrador de fincas y solicitar su actuación, indicando en todo momento la reiteración e intensidad de la molestia. En este caso igualmente sería conveniente actuar, inicialmente mediante llamada telefónica a la Policía Local de municipio. Para el caso de actividades sujetas a licencia, esta ultima actuación sería la necesaria (Policia Local) e igualmente dar conocimiento de dicha actuación al Administrador de Fincas de la comunidad o al Presidente de la misma.

3º.- DENUNCIA.- Posteriormente, pasado el momento ruidoso, debemos presentar los oportunos escritos ante el Ayuntamiento o Consistorio y en su caso en las dependencias de la Policia Local o foral. Esta actuación es la consolidación, mediante la aportación de las pruebas e identificando claramente al emisor y la actividad ruidosa.

4º.-SEGUIMIENTO. Esta actuación es fundamental pues debemos asegurarnos de que la actuación de la Administración Local o del propio Administrador de fincas va por el camino correcto para la solución rápida de la situación.

Es importante, sobre todo a partir de la segunda fase, contar con el asesoramiento especializado. Para ello Abogado del Ruido ofrece el mismo con acompañamiento en el seguimiento y asesorando en todo momento.

Dar los pasos adecuados puede solucionar el problema. No tropieces ante el ruido.

Información y concienciación sobre el ruido.

Podemos decir, sin error a equivocarnos, que el exceso de ruido puede ser un agresor que no discrimina. Cuando hablamos de la contaminación acústica muchos pueden decidir pasar, relativizar su importancia e incluso dudar, a base de tópicos, de todos aquellos que lo sufren. Pero lo que nunca se puede negar es que nos puede tocar y afectar a todos.

No espereis un artículo hablando de la bondades de moderar el ruido. Ese artículo o ya lo he escrito o lo escribiré muy pronto. Hoy toca hablar de la información sobre sus efectos y de la verdadera concienciación que se necesita para conseguir unos entornos, vecinales o urbanos, más saludables.

Nuestras ciudades son ruidosas, sí. No es visible, se oye pero no se escucha. Contamos con una red urbana por donde el tráfico llena de molestia y decibelios cada calle de nuestra ciudad. Este tipo de contaminación no viene solo. La movilidad urbana genera los más altos niveles y porcentajes de ruido en las ciudades. Pero no escuchamos a nuestra salud. Hacemos oídos sordos a todas las recomendaciones sanitarias y científicas que piden «a gritos» la moderación, la actuación ante la agresión acústica.

Conocemos, aunque sea por puro instinto, que el ruido nos puede perjudicar. Enmascarar de intereses y necesidades varias el uso indiscriminado de niveles de ruido elevados es una falacia. Pero no me llames radical. Catalogarme como difusor de pensamiento critico frente al actuar ruidoso.

«Si tu ruido le va a quitar la sonrisa a los demás no me invites a tu fiesta». Con esta frase siempre he querido solicitar el respeto a los demás. Al igual que tenemos en nuestra mano aminorar la contaminación acústica provocada por el tráfico, igual podemos hacer en el campo de lar relaciones de vecindad. Evitar la molestia a los más cercanos y fomentar la buena convivencia nos va a dar grandes alegrías. Ensuciar la convivencia a base de arrastres, taladros a deshoras, fiestas interminables es irresponsable.

Sin querer alargarme mucho terminaré diciendo que la concienciación en este tema comienza con la información y continua con la acción fruto de la misma. Hay campañas contra el ruido, algunas, contadas… pero necesitamos más. Necesitamos información y concienciación sobre el ruido y sus efectos perjudiciales. Abogado del Ruido no es una campaña contra el ruido es una vida entera frente a su molestia y por ello estoy y estaremos defendiendo la salud allí donde el ruido quiera agredirla.

Un abrazo y el ruido cuanto más lejos mejor.

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Antonio García García – Abogado del Ruido

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LA CIUDAD Y LA FIESTA. Breve estudio de la época ruidosa, la pandemia de 2020 y su proyección en 2021.

Hace muchos años que el ruido sale de fiesta. Durante la época ruidosa, la anterior a la pandemia de 2020, la ciudad recibía en sus calles a miles de personas en los días de fiesta y durante los fines de semana. Todas ellas eran agraciadas por la llegada de sus horas de descanso. Las terrazas, bares y establecimientos de ocio eran visitados a millares. Zonas o barrios enteros eran objeto de desgaste de aceras por el numeroso tránsito de gente que, con andar despreocupado y alegre, quería divertirse disfrutando en compañía de amigos o conocidos.

La concurrencia aumentaba hasta niveles plenos. Veíamos calles que parecían ríos de gente. Hemos visto fotografías de aquella época donde las calles estaban ocupadas por mesas y mesas. Terrazas y más terrazas que, como alfombras, cubrían las calles hasta altas horas de la madrugada. Esta visión y el fondo ocioso, divertido y lúdico nos llevaba, como usuarios a pie de calle, a participar de forma agradable, haciendo de esta versión de descanso una parte de nuestro desconectar laboral, estudiantil o de cualquier otro tipo.

El nombre de esta época viene dado por un efecto concreto generado o derivado de esta situación. Los vecinos, teniendo sus hogares en estas zonas, veían ocupados sus barrios y eran sometidos a niveles de ruido excesivos. Grandes ciudades hacían de la confluencia de estos ríos de gente y del gran número de embarcaderos o locales de ocio que se disponían en su entorno el germen de la molestia. La voluntad individual de cada gota de agua de estos ríos nunca estaba dirigida al fastidio o la generación de molestia. Como hemos dicho la diversión ocupaba de pleno la voluntad de las personas que alegremente hacían uso de las calles y locales.

Pero esta época, como otras, tuvo una fecha que cambió la situación. En marzo de 2020 la pandemia provocada por el COVID-19 inicia una época de sequía que hace que ya no circule, en muchas ocasiones, ni una gota por las calles antes bulliciosas. El silencio provocado por la prohibición de deambulación hace que las calles se queden vacías. El cierre de toda actividad llega a la clausura temporal de aquellas zonas céntricas donde amarrábamos nuestra algarabía y actividad nocturna.

Durante el tiempo que duraron los cierres totales, parciales y las limitaciones en tantos por ciento de ocupación el ruido disminuyó sustancialmente. Calles donde el deambular peatonal no chocaba con mobiliario y que dejó a los vecinos de estos barrios viendo desde sus balcones como los cauces crecían, pero en sonidos de las afueras (cantos de pájaros, viento…) Esta situación y el resultado de esta etapa de la historia reciente debe hacernos aprender de lo vivido. 

En el 2021 y tras un inicio de año en fase aguda de pandemia, estamos viendo como el proceso esperado de vacunación nos va a llevar a salir de nuevo. No podemos negarnos a activar, si así lo permiten los datos sanitarios, nuestra ciudad, nuestro comercio y nuestro ocio. Vamos a desaguar y lanzarnos a las calles. Haremos de nuestra ciudad nuevamente nuestro camino y nuestro objetivo. Pero no podemos hacerlo sin aprender del pasado reciente. El silencio de la ciudad no es querido pero la moderación y la consecución de un entorno urbano acústicamente saludable sí. El respeto y la protección de la salud de quien mora en las viviendas que ocupan esas zonas urbanas se debe priorizar y en definitiva debemos saber gestionar la vida en las ciudades haciendo de estos entornos unos lugares acústicamente saludables.

Lo vivido debe hacernos reflexionar y llevarnos a quitarnos la idea de seguir justificando situaciones del bullicio constante justo enfrente de los portales de los edificios de viviendas hasta altísimas horas de la madrugada. Por ello debemos hacer que la gestión, la planificación y la previsión sean las herramientas que hagan de esta nueva etapa un etapa de activación tranquila, sin ruidos molestos. 

PODCAST: «La ciudad y la fiesta»

PODCAST de Abogado del ruido. Escúchalo.

Las características del ruido que tanto molesta.

Los años de ejercicio me hacen ver la casuística y la problemática del ruido desde una perspectiva muy profesional, pero nada ajena del sentimiento personal de quienes aparecen como clientes. Tener delante, sobre mi mesa, expedientes que desbordan decibelios te hace conocer muy bien a los afectados que piden amparo, asesoramiento y protección frente a la agresión acústica que supone. Abogado del Ruido es un puerto donde amarrarse en momentos de temporal.

La exposición al ruido nos lleva a la desesperación por su continua molestia. Sentimos acertadamente la dificultad en alcanzar la solución en este tipo de conflictos. La problemática generada por el ruido deviene del exceso de presión acústica o nivel de dBA. Pero no solo la superación de estos sino la constante molestia, la repetición y la presencia continua a nuestro lado. 

Los espacios de sufrimiento son muchos. El domicilio o el hogar viene siendo ocupado por ajenos sonidos aéreos o estructurales. Cuando hablamos de aéreos nos referimos a los que transmitiéndose por el aire llegan a nuestros tímpanos haciéndolo vibrar, mientras que los estructurales parten de dicha transmisión vibrando y transmitiendo la mima hacia nuestros tímpanos.

La realidad del ruido es compleja y su casuística casi infinita. Partiendo de la regulación vemos como se ha pasado de tratar el ruido en relación con determinadas actividades o sector concreto, poniendo límites de emisión de estos, a entender el problema del ruido desde el punto de vista ambiental y de niveles de percepción.

La Organización Mundial de la Salud nos lo dice y nos lo repite. La salud nos obliga frente al ruido. La afección por ruido y sus efectos perjudiciales aparecen en listados enormes que enumeran sus afecciones. Van desde el estrés hasta problemas alimenticios. 

Mi propósito es mostrar brevemente, con un estilo claro y cercano, una de las características del ruido que tanto nos afecta y que se concreta en la ajenidad del ruido.

EL RUIDO QUE NOS MOLESTA ES SIEMPRE AJENO.

Si miramos al ruido de frente, vemos como la sensación de malestar viene de algo externo a nosotros. No aguantamos molestarnos a nosotros mismos. El ruido pasaría a ser sonido relajante o puro silencio si fuéramos nosotros los que nos agrediéramos acústicamente.

Nuestra voluntad o el hecho mismo de nuestra naturaleza nos hace tender a la protección instantánea. Imaginemos la cercanía a nuestra piel de una cerilla encendida. Nuestro brazo, sintiendo el daño, se separaría inmediatamente sin esperar segundos a que nuestro cerebro argumentara en favor o en contra de tal movimiento. Lo mismo pasa con el ruido. Quién no ha bajado de repente esa emisora que por sorpresa comienza con un volumen ensordecedor. Quién no ha bajado el volumen ante el caer en brazos de Morfeo del compañero o compañera de sofá o quién no ha instado a bajar el volumen ante el incipiente cerrar de ojos propio.

El descanso es algo que necesitamos y el ruido nos lo roba a base de molestias ajenas. La no autoría del ruido es una constante básica en los casos de ruido. La mayoría de nuestras casas las tenemos adaptadas para nuestro confort y cualquier chirriar en nuestras instalaciones propias es objeto de estudio y de corrección inmediata. Lo vemos como mal funcionamiento o defecto que necesariamente tenemos que corregir.

Esa visión de defecto por exceso, que aparece en nuestra mente ante una molestia por ruido propio, no se tiene cuando nuestro ruido afecta a terceros. Cuando se vuelve ajeno a los demás desaparecen los defectos a nuestros ojos y oídos.

Es aquí cuando el ajeno, el ruidoso, va tomando o asumiendo papeles de lo más variado:

  • El vecino ruidoso es uno de los más comunes. El cercano personaje que toma su vivienda como lo propio y como territorio donde los límites solo los pone él. Siempre he dicho que dicho pensamiento egoísta y alejado de la idea de comunidad es erróneo. Los derechos y obligaciones que como propietario y sobre todo como vecino tenemos en relación con los que viviendo junto a nosotros nos rodena son muchos. Pero cuando decimos y exigimos que en las viviendas no se pueden realizar actividades molestas que perturben a los demás no estamos limitando el uso de la misma por el propietario sino que estamos exigiendo un uso adecuado de esta.
  • El campo de baloncesto.
  • La discoteca.
  • El taller de reparación.
  • La terraza., la discoteca.
  • La sala de fiestas .
  • El restaurante o con amenización musical.
  • …..Todos ellos NO son infraestructuras activas adecuadas para una vivienda que en comunidad convive con otras a escasos centímetros. La actividad molesta debe de desaparecer de la comunidad como resultado del uso adecuado de los elementos privativos y también comunes de la comunidad.

            Hacer que entendamos el bumerang de la molestia por ruido es fundamental. No hay que compartir nuestro ruido con los demás. Hay que actuar con un alto nivel de respeto y buena convivencia.

Antonio García García.

Director de Abogado del Ruido

Los ciudadanos no merecen ser agredidos en sus hogares. ¡El ruido fuera!

La agresión que llena de molestia los hogares de los ciudadanos nos tendrian que despertar a todos. Despertar de conciencia y acción frente a la contaminación acústica.

Las vivencias ruidosas que llegan a Abogado del Ruido nos hacen ser cada día más claros. Decirlo es fácil pero hacerlo no puede ser tan difícil. La movilidad eléctrica, las calles peatonales, los parques y zonas verdes cada día son más cercanos pero no basta para corregir el exceso de molestia.

Las campañas de concienciación deben ser constantes haciendo que la moderación del ruido sea algo natural en cuanto a mecanismos de protección frente a dicha agresión. Es fundamental instar a las Instituciones a que colaboren y realicen estas campañas. Abogado del Ruido siempre estará abierto a cualquier colaboración en este campo. Así haremos que estas campañas sean una herramienta fundamental de conocimiento, información y acción frente a la contaminación acústica.

Las Administraciones que se callan frente al ruido terminan siendo las más ruidosas. El silencio de los entes locales, dejando sin respuesta eficaz las quejas de los ciudadanos, los convierten en cómplices de la agresión sufrida por los ciudadanos. Hacer que se responda y que esa respuesta sea la solución al problema que sufre el ciudadano es cuestión de voluntad y conocimiento del problema.

Y lo digo hoy no más alto pero sí más claro: Dar información y concienciar sobre los efectos perjudiciales del ruido en nuestra salud no es cuestión de un día sino de todos los días. Porque La agresión que llena de molestia los hogares de los ciudadanos nos tendrian que despertar a todos.

Por ello, terminaré con una frase: «Deja que te diga lo que pienso sin que tu ruido altere mis pensamientos». Y un video:

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Antonio García García – Abogado del Ruido

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Mirar al ruido con otros oídos.

Nos llama la atención que todo se mueva. El nuevo salir y compartir nos da vida. Una vida de aislamiento obligado que nos tenía sumidos en la inactividad y penumbra ciudadana.

Las ciudades se llenan de mercadillos y actividades al aire libre, haciendo del compartir y acercarnos algo extraordinario. Volvemos a estar juntos y viéndonos las caras nuevamente.

Pero esta actividad, por un lado fantástica y necesaria, vuelve a provocar los mismos acontecimientos molestos. El ruido que generamos al realizarlas llena espacios y llega a muchos hogares. Es cierto que no debemos dejar de disfrutar de nuestras calles, ciudades y compañía, pero igualmente debemos de ser conscientes de que el mundo ruidoso no es bueno para el ciudadano, ni para el ser humano.

Hemos pasado recientemente, el 27 de abril de este año, un día internacional de la concienciación sobre los efectos perjudiciales del ruido en el cual se ha informado del número de afecciones y afectados por ruido. Por ello, mirando carteles de antiguos días Internacionales del ruido, tengo que recordar que debemos mirar al problema del ruido con los oídos. Unos oídos que escuchen a las Organizaciones que alertan de los riesgos para nuestra salud. Riesgos y afecciones que van desde cardiopatías, estrés, ansiedad, falta de atención, trastornos del sueño hasta el déficit o retraso cognitivo en niños.

Mirar al ruido con estos oídos es mirar al ruido con los ojos de la salud. Escuchar y atender a sus consecuencias para no sufrir su agresión. Escuchemos pues con otros oídos, los de la verdadera concienciación. Evitemos que el ruido perjudique nuestra salud.

ANTONIO GARCÍA – Abogado del Ruido

Qué es el Observatorio del ruido

EL Observatorio el Ruido es una herramienta de concienciación sobre las agresiones por ruido y los efectos perjudiciales que estas generan para nuestra salud, así como una herramienta de acción eficaz en defensa de los afectados por el ruido.

Este Observatorio va encaminado a efectuar cuatro tipos de acciones:

  • VALORACIÓN Y SEGUIMIENTO de las políticas relacionadas con el ruido y su regulación legal (ordenanzas, leyes…/.
  • PROBLEMÁTICA SOCIAL DEL RUIDO mediante la realización de estudios sobre la misma.
  • Elaboración del MAPA DE ALERTAS POR RUIDOS.
  • Realización de PONENCIAS Y CONFERENCIAS tendentes a conseguir una correcta información, concienciación y acción frente al ruido.

MAPAS DE ALERTAS POR RUIDOS

No debemos sufrir el problema de ruido en silencio. Siendo el ruido un agresor continuo en nuestro quehacer diario debemos sacarlo a la luz y denunciar su existencia y su localización.

ABOGADO DEL RUIDO y OBSERVATORIO DEL RUIDO han querido ofrecer un medio o cauce de protesta útil. El MAPA DE ALERTAS POR RUIDOS: intenta ser altavoz o panel-denuncia de ruidos molestos donde las situaciones de agresiones por ruido queden plasmadas y donde todos los afectados alerten, denuncien o simplemente dejen constancia su problema de ruido.

Queremos alzar la voz. Queremos que se vean reflejados todos y cada uno de los problemas de ruido que se dan en nuestro país y así conocer y se localizar los mismos, indicando el supuesto concreto, la localización concreta y su número.

DEJA TU ALERTA POR RUIDO y súmalo al de muchos que como tú quieren sacar a la luz el problema radicado en su vivienda, barrio, municipio o provincia. Posiciona e identifica la agresión por ruido que sufres y te verás recogido en el mapa de alertas por agresiones sonoras que elabora OBSERVATORIO DEL RUIDO.